5 de octubre de 2011

Un lindo regreso a casa...

El lunes pasado salía de mi examen de fotografía, no había estudiado mucho, nada para ser sincera. Salí con algunos de mis compañeros, nos descargamos un poco, pero a la hora de tomarme el colectivo para volver a casa me puse a pensar. No sé si te pasa a vos, pero el minuto posterior a la entrega de un examen (en el que uno se queda solo)  es en el que se hace un raconto de lo que hizo, lo que puso, lo que no puso, y se da cuenta de cuanto y como guitarreo, por lo cual, uno suele escaparse del mundo y pensar solo en recordar que contesto en tal o cual pregunta, como tratando de tranquilizarse y decirse: bueno no estuvo tan mal…
La cosa es que cuando me tome el colectivo, me aísle de mundo, miraba por la ventana pero en verdad estaba repasando las preguntas y mis respuestas, hasta que fui interrumpida por un señor mayor que me preguntaba si conocía el recorrido del colectivo… Salí por un rato de mi mundo de preguntas y respuestas, le conteste y volví a mirar por la ventana intentando “recordar” que había puesto, o como había guitarreado al definir algo tan sencillo como el obturador, cuando nuevamente..: - Discúlpame  ¿este colectivo entonces pasa por Nazca y Jonte?. Otra vez me obligue a salir de mis pensamientos y contestarle. Hacia demasiadas preguntas, no entendía que corno quería... con mi mayor sonrisa, intente contestar y volver nuevamente a mi mundo cuando  recibo otro comentario… ¿Qué le pasa a este Señor pensé, no se da cuenta que justo en este momento no tengo ganas de hablar, ni de escuchar? Gire nuevamente para ver que quería en esta oportunidad, y me muestra el celular (aparato que confiesa no entender mucho) con un mensaje que le había llegado, el mensaje decía: FELIZ CUMPLEAÑOS!
Claramente, le desee feliz cumpleaños y me dispuse a abandonar mis pensamientos para ponerme a charlar con este “extraño” , porq esa ultima interrupción me había causado un especial sentimiento… este hombre necesitaba hablar, estaba solo festejando su cumpleaños numero 78, viajando hacia la casa de una familiar lejana que se había acordado que era su cumpleaños y lo invito. Me contó que hace años había quedado viudo, que su único hijo no estaba viviendo en el país y que ya quedaban pocos amigos con vida. Me contó también, como y cuanto había cambiado la zona por la que viajábamos, que el solía visitar con su esposa a unos amigos por ahí y que solían comprar en una vieja panadera la mejor pasta frola que comió en su vida, obviamente la panadería ya no estaba.
Seguimos hablando hasta que le toco bajarse, me saludo y antes de pararse me dijo: Gracias por la charla, no suelo hablar con mucha gente durante el día, suelo estar la mayoría del tiempo solo, así que gracias chiquita. Que sigas muy bien. Y así sin más, se bajo y se fue… de abajo del colectivo me levanto la mano saludándome y era inevitable que no lo mirara con una sonrisa en mi cara.

Que loco, no?. Cuanta gente esta sola necesitando hablar o simplemente ser escuchados. El mundo en el que estamos viviendo es cada vez más individualista, nadie, o muy poca gente, está dispuesta a ayudar a los demás. Creo que hay muchas personas que están buscando oídos que estén dispuestos a escucharlos. Gente que salga un rato de su mundo para compartir tiempo con los demás, creo fielmente que eso también es un acto de solidaridad y amor.
En esta oportunidad me toco callarme para que este Abuelo pueda hacerme recordar la importancia de escuchar al otro, después de todo, si te pones a pensar, cuando hablamos no estamos aprendiendo nada, lo hacemos cuando escuchamos, cuando prestamos atención. A simple vista, podrás pensar que el escuchar a otros solo será beneficioso para el otro, que se descarga, se libera y te cuenta, pero créeme, que  vos mismo te vas a enriquecer con escuchar.
Nosotros, los seres humanos, somos la obra maestra de la creación de Dios. Como entender que de dos personas se cree una y no admirar la perfección en esa hermosa nueva vida... Dios, sabiamente,  nos hizo con dos manos, dos ojos, dos orejas y una boca, sí una boca. Entiendo que esto habrá sido para que ayudemos más, admiremos y miremos más, escuchemos más y hablemos menos.
Termino con esta partecita de un gran libro: Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar.

18 comentarios:

Sol en las alturas dijo...

Me ha encantado este relato. Me ha llenado... Me gusta mucho!!!

Las personas mayores tienen tanto que contar... Han vivido tanto y pueden enseñarnos tantas cosas...

Me entristece que algunas personas mayores estén tan solas.

Un abrazo.

RosaMaría dijo...

Pues es así, solo que los que tenemos esa necesidad de comunicarnos, buscamos grupos de "amigos" aunque sean solo conocidos, ocasionales o no.
La familia escucha poco, parece que llegados a cierta edad tenemos que callar y dejar que ello manden o nos manden...fea palabra, pero prácticamente es así.
Un relato precioso... por cierto:¿qué tal el examen?
Gracias por visitarme, me diste la oportunidad de conocerte. Saludo afectuoso.

Maribel dijo...

Hola Karu,
me ha encantando lo que has escrito, sí, es muy importante escuchar, y te entiendo como te sentiste después de prestar tus oídos a ese señor. No es de estrañar que ahora cada vez más gente vaya al psicólogo, y muchas veces es para ser escuchado.
Un beso violeta, Maribel

Laura. M dijo...

Holaaa...
He venido a ver quién eres y me quedo por aquí:))
Me ha guutado mucho tu relato y tienes toda la razón!!

He trabajado con gente mayor en Cruz Roja. Son unas personas muy amables y que te regalan todo su cariño. Asusta ver a muchos completamente olvidados por su familia.

Te cuentan su vida en el momento que los escuchas un poco.
Me alegro que tu regreso a casa fuera fuera tan lindo.

Un beso desde Béjar.España.
Laura.

Pd.Me alegra que esté en mi blog:))

Unknown dijo...

Hola, mi amiga. Creo que deberíamos hablar menos y escuchar mas. Estan aquellas palabras . El que tenga oido que escuche. En realidad hay mucha soledad y deberíamos escuchar todos un poco mas. Me sucedió algo parecido hace poco, iba un pobre viejecito quejandose de su vída por la calle, de si no veo casi nada, que si me encuentro solo, una pena ! Y eso que la calle estaba llena. Me pare y estve hablando con el, al final se fue contento por haberse desahogado y yo tambien por haberlo escuchado. Al escuchar aprendemos ( al menos a mi me pasa).Besos de luz.

Luna dijo...

A veces es más difícil escuchar...estamos sumergidos en nuestros "dramas" y somos egoístas para con los demás.
Una linda experiencia la tuya, seguramente te servirá en el futuro. Y a nosotros tambien.

Saludos muchos, Karu.

(Nada de guitarrear en los exámenes!!)

El Gaucho Santillán dijo...

Emotivo relato.

La gente està enferma de soledad.

Un abrazo.

Montse dijo...

Muchas veces hablamos con extraños y le contamos cosas que ni siquiera decimos a los mas intimos. La necesidad de hablar con alguien de ser escuchad@ es grande. Tambien aprendemos al escuchar a otr@s y nos ayuda a ver que nuestra vida no es tan buena ni tan mala como parece.Saber escuchar es muy importante, y tambien saber hablar, sin ofender ni aburrir. Hoy por ti, mañana por mi.Seguro quede esa charla sacaste algo muy positivo. Besitos.

Alberto Muriel Pina dijo...

Hoy en día es muy dificil escuchar, entre otras cosas, pero puedes aprender mucho. Me ha gustado el relato.

Un abrazo.

David Cotos dijo...

Me parece perfecto que hayas compartido ese momento con él. Los dos aprendieron lecciones de vida. Tú el aprender a escuchar, él todavía creer que hay personas buenas en este mundo como tú.

Anónimo dijo...

Qué linda experiencia :) a veces con solo un gesto o una palabra, ya podemos hacer feliz al otro. Te juro que me conmovió, porque yo tengo abuelos y me imagino lo feo que debe ser quedarse solo. Me parece muy injusto que los pobres abuelitos no tengan a nadie que se preocupe por ellos :( muy injusto y triste.
Un besote!

Gabriela Maiorano dijo...

Hola Karu!! Me encantó el relato. Tenés razón, sería mejor que escucháramos más y habláramos menos, el mundo sería distinto.
Un beso grande

romi dijo...

Muy lindo relato, es tan triste la soledad.

Besos

interpreta-sones dijo...

pobres abuelos simpson del mundo!! bien por prestar un poco de atención a quien la requiere. buen gesto.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Aquí, en España, los solitarios también abundan y muchos van al médico por el solo motivo de que alguien los escuche. Ay, qué sociedad más sorda estamos haciendo.

Encantada de conocerte, Karu.
Gracias por tus amables palabras en mi blog y recibe un gran abrazo.

Sin ton ni san dijo...

Algo habrá hecho para tener que pasar su cumple no. 78 tan solo y hablando con extraños.
Comentario (turro)al margen, eso de hablar y/o callar depende de cada uno y según los momentos que se vivan.
Hoy por hoy no hablo mucho y tampoco me banco el divague de los demás, en cambio hubo épocas en que sí lo hacía.
Un saludo, buen finde!

Elia Carro dijo...

Hola Karu!! ES una verdad como un templo de grande!!.Y me encanta que lo digas a los cuatro vientos!!
Muy poca gente escucha, oírte tal vez, pero escucharte pocas veces lo hacemos. Es un tema por el que siempre he sentido especial interés. Lo curioso de todo esto es que si no hablas, piensan que no tienes nada que decir, y por otra parte antes me molestaba en escuchar mucho mas , ahora me he dado cuenta, que realmente muchos no tienen nada que decir y mejor estarían callados, es cínico, puede ser....ESCUCHAR en ocasiones es echar flores a los cerdos, en otras los silencios entre las palabras son casi más reveladores. Te sigo ESCUCHANDO.
BESAZOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Gus Planet dijo...

Hola Karu, pasé a saludarte y leer muy atentamente tú nota... me alegro que te hayas 'despertado' a ése señor y que comprendas de alguna manera su mensaje, así debería ser: que cada encuentro con un prójimo nos cambie la vida para siempre... verás que si estás atenta, todos los que te rodean seguramente tienen algo bueno que mostrarte o una respuesta que brindarte... y éso es obra de la vida, sin importarnos cuál dios o religión, porque los pensamientos deberían ser también 'laicos', no?

¡Un saludo grande!