1 de agosto de 2011

Cicatrices


Mi cicatriz: 19 puntos.
Hoy por la mañana tuve una linda conversación por chat facebookeano con una amiga de siempre. Me contaba, entre otras cosas, que se cayó y tuvieron que darle 5 puntos en su rodilla. Pequeño garroncito se ha comido por el mal estado de las calles de San Justo y seguramente, algo de despiste de ella… jeje. Nos hemos reído bastante pero después la conversación se puso mas profunda. Hablamos de las cicatrices… sé que no todos pero yo llevo con la frente en alto mis cicatrices… jamás me haría ninguna cirugía, ni siquiera en una bien grande que tengo en mi mano izquierda que requirió de 19 módicos puntos.

No se porque a veces los seres humanos queremos esconder las cicatrices, si las tenemos y sobrevivimos a ellas deberíamos mínimo estar contentos de que hemos sobrevivido y seguramente también aprendido, no?

Tuvimos el tiempo necesario para el dolor, para los cuidados que requirió el corte y hoy es solo una cicatriz, una cicatriz que nos recuerda que a pesar de todo ACA ESTAMOS, que seguimos…
Miente quien diga que no tiene cicatrices, visibles o no, cada uno de nosotros seguro tiene algunas cicatrices que ya forman parte de nuestra fisonomía y con esto no hablo de las cicatrices que dejan las caídas, si no aquellas que son en el alma, en el corazón, esas que son quizás invisibles ante los ojos de otros: las cicatrices de la vida. Huellas de amores pasados, dolores, penas, fracasos o una simple añoranza de tiempos idos… esas heridas que lleva el alma… No podemos borrarlas, ni ignorarlas, ni olvidarlas, solo están allí, y detrás de cada cicatriz hay una historia.

Las cicatrices son esos tatuajes que no hemos elegido tener pero que sin embargo viajan y viven con nosotros. Ahora simplemente no entiendo a quienes se enojan con Dios por sus cicatrices... sería algo así como culpar al medico porque tenemos algún dolor… suena loco no? Creer que aquel que sufrió heridas no comprenderá las tuyas… Para pensarlo.
Quien vive, quien ama, quien siente...no puede ir por la vida sin heridas ni cicatrices... pero sabes que creo que debemos, con mucha paciencia y ayuda (quizás), aprender a de alguna manera u otra sanarlas.
A mi modesto entender, creo que no debemos lamentarnos por ellas (aunq nos duelan en el alma).
Esas cicatrices, esas marcas, después de todo, son el recuerdo más palpable, más contundente de que estamos vivos.

Que tengas linda semana, y un excelente Agosto!

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Kariño, si estoy de acuerdo contigo… TODOS tenemos cicatrices, se vean o no, forman parte de la vida y llevarlas con orgullo es crecer, si tenemos el valor de recordar cada una de ellas mas que dolor tal vez nos den un empujón para seguir… pensando en el pasado y aprendiendo de el. Y tal vez, suena loco pero, hay que vivir una vida de aventuras y coleccionar todas las cicatrices que podamos!!!!... dicen que lo bueno deja marca… y me atrevo a decir que si algo que viviste no te dejo marca, no valió la pena haberlo vivido!
Te quiero Kariño!

Sandra dijo...

Claro que se sigue, no queda otra.
La única cicatriz que tengo es la de la "herida" más feliz que tuve en mi vida: la episiotomía de mi primer hijo.. y la pucha que a veces se hace sentir a pesar de 24 años pasados!

Hay algunas otras en el alma, pero de esas no se habla. Creo en la nobleza de aquellos que se guardan para sí sus pérdidas y dolores del alma.

Saludo

El Gaucho Santillán dijo...

Las cicatrices nos recuerdan el pasado.

Hay que tenerlas presentes todo el tiempo.

Un abrazo.

Sol en las alturas dijo...

Las cicatrices son historias de nuestro cuerpo. De nuestras almas.

Nacho López Murria dijo...

Gracias por tu comentario. Una historia muy significativa, por cierto :)

teresweetstyle dijo...

dsde luego el tiempo puede curar bastante, aunque siempre quedan resquicios.

besitos!g

Isa G. dijo...

gracias por comentario

Gus Planet dijo...

Hola Karu!
Cómo estás? Pasaba por tú espacio para dejarte un saludo grande y como siempre leer algunos de tús artículos... yo también tengo una cicatriz en mi mano izquierda, que me hice en el año 80' (vos habias nacido? JAJAJAJAJA) esquiando en Chapelco: nunca voy a olvidar que me bajaron del cerro en camilla hasta el refugio y desde allí en ambulancia hasta el pueblo... Me costó una buena temporada de recuperación, como vos decís, son los mejores recuerdos que uno guarda!

Una vez más, un beso grande y buena semana!

GUS

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo! :)

Ada Medina. dijo...

9 puntadas en la parte trasera de mi cabeza tras un atropellamiento y sigo sin medir mis capacidades de adrenalina.
Te aplaudo la enteresa de este escrito,comparto completamente tus opiniones.Nos leemos.

Montse dijo...

Una entrada genial y muy cierto todo lo que dices.Las cicatrices son las que nos hacen sentir vivos. De niñita cai y me abri un ojo, ahora la cicatriz apenas se ve, pero creo que yo era una buena pieza, jejejej, no paraba quieta. Mi hijo ha salido a mi, y cada dos por tres, que si un brazo roto, una caida en bici, que salio volando,... si te contara, es un "pupas",.La peores cicatrices son las del corazón, esas muchas veces dejan un amargo sabor.Besitos.

romi dijo...

Hola Karu, lindo relato, creo que las cicatrices nos recuerdan momentos vividos, cuanbdo pequeña fuí muy traviesa vivía con las rodillas lastimadas y tambien muchos golpes por todos lados.

Besitos y buen finde

Gastón dijo...

Tengo mis cicatrices en el alma, y sin embargo, cada vez que puede, sale a volar!!!

Tengo mis cicatrices en el corazón, pero sigue sonando el concieto filarmónico de latidos!!!


cada cicatriz es también un recordatorio de aquel aprendizaje que no debemos olvidar.

Ipnauj dijo...

Lo importante es desinfectar la herida para que no se pudra.

Un gran saludo.

David Cotos dijo...

quizá falta compartir más amor. por mi parte siempre busco la honestidad en mi y en los demás.