“Pilchas gauchas con orgullo me gusta lucir a mí…” este es el sentir de un grupo de jóvenes figuras a quienes, como a mi, la música tradicional les ha conquistado el corazón.
Algunos podrían llamarlo folklore joven, pero no, el folklore es uno, es cierto que se renueva permanentemente; el folklore no es solamente las cosas antiguas, hay gente joven capaz de modernizarlo. Ellos tienen entre 25 y 40 años. Componen, con respeto por los grandes poetas, sin dejar de lado el paisaje, el discurso comprometido y lo hacen maravillosamente bien.
Lo cierto es que quienes cantan folklore realmente aman sus raíces y lo cantan de corazón, sabiendo sus orígenes.
Algunos podrían llamarlo folklore joven, pero no, el folklore es uno, es cierto que se renueva permanentemente; el folklore no es solamente las cosas antiguas, hay gente joven capaz de modernizarlo. Ellos tienen entre 25 y 40 años. Componen, con respeto por los grandes poetas, sin dejar de lado el paisaje, el discurso comprometido y lo hacen maravillosamente bien.
Lo cierto es que quienes cantan folklore realmente aman sus raíces y lo cantan de corazón, sabiendo sus orígenes.
Quizás es en las provincias donde se vive más el folklore y hoy tiene más alcance y repercusión porque la gente del interior que viene a la Capital a estudiar trae consigo sus costumbres, su guitarra y su educación que contagia a los porteños.
Sin ir más lejos, Soledad Pastorutti una de las encargadas de revolucionar y hacer “moderno” el folklore viene de un pueblo santafesino, Arequito, yo particularmente soy seguidora y admiradora de su música; Abel Pintos, quien nació en Bahía Blanca y vivió en Comodoro Rivadavia gran parte de su infancia, Los Nocheros, oriundo del norte argentino, la provincia de Salta, ellos son solo algunos ejemplos de quienes fueron capaces de hacer revivir el fervor por el folklore.
Hay quienes los aman, los aplauden y los siguen, y quienes los critican, lo cierto es que estas nuevas figuras son nuestras, son argentinas y tienen todavía mucho camino por recorrer, mucho por compartir, y muchas canciones con el ritmo de nuestra tierra para regalarnos.
Sin ir más lejos, Soledad Pastorutti una de las encargadas de revolucionar y hacer “moderno” el folklore viene de un pueblo santafesino, Arequito, yo particularmente soy seguidora y admiradora de su música; Abel Pintos, quien nació en Bahía Blanca y vivió en Comodoro Rivadavia gran parte de su infancia, Los Nocheros, oriundo del norte argentino, la provincia de Salta, ellos son solo algunos ejemplos de quienes fueron capaces de hacer revivir el fervor por el folklore.
Hay quienes los aman, los aplauden y los siguen, y quienes los critican, lo cierto es que estas nuevas figuras son nuestras, son argentinas y tienen todavía mucho camino por recorrer, mucho por compartir, y muchas canciones con el ritmo de nuestra tierra para regalarnos.
3 comentarios:
¿De que parte de argentina eres? Pon algo de los artistas jovenes. Chevere el blog. Sigue
Andrés de Puerto Rico
Tengo uan admiración ilimitada por el folklore de tu tierra, desde Atahualpa a los Chalchaleros, Fronterizos, La Negra Sosa y tantos que han hecho universal el mensaje argentino.
Un saludo
En lo particular, el Chango Spasiuk y Peteco Carabajal, son dos artistas que me gustan.
También es muy cierto lo que decis, en capital y alrededores, casi nadie escucha folklore del nuestro, eso es una verdadera pena, porque hay excelentes musicos que todevía no conocen. un abrazo
Publicar un comentario